Salgo a almorzar con dos compañeros de trabajo. De camino uno de ellos se cruza con un señor mayor, que por el contexto de la conversación deduzco que debe de ser arquitecto, posiblemente profesor. En medio de una conversación que me cuesta descifrar (el acento es muy cerrado), el hombre le pregunta a mi otro compañero que qué le parece la profesión. La respuesta:
Mucho trabajo para poco dinero
(Que conste que el presunto arquitecto dijo que no todo en esta vida es el dinero, que siempre queda la satisfacción de la obra construida... El problema es que la satisfacción no da de comer)
Lo único que no falla nunca
Hace 11 años
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