Mientras espero en la parada, un borracho se dirije a mi. Soy incapaz de entender lo que dice.
-Disculpe, soy extranjero. ¿Podría repetirlo?
-Esto es suabo, suabo.
Por si fuera poco problema el idioma, encima tengo que intentar comprender a alguien borracho que me habla en el enrevesado dialecto local. Afortunadamente el autobús no tarda en llegar y me lanzo de cabeza.
Lo único que no falla nunca
Hace 11 años
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