Vía internet consigo ponerme en contacto con un italiano. El piso está al lado del trabajo, a diez minutos a pie.
La habitación es enorme, decorada con gusto, y el italiano resulta ser un arquitecto que va a irse seis meses a Madrid a reunirse con su novia. A ver si con un poco de suerte le caigo simpático...
Lo único que no falla nunca
Hace 11 años
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