Tengo poco menos de una mañana para resolver todos mis asuntos. Tras visitar la oficina, me lanzó a visitar la ciudad y a resolver papeleos. En una mañana de vértigo (tampoco mucho, no exageremos) tengo que abrir una cuenta bancaria, ir al registro civil, conseguir un curso de alemán (aprovecho para tomarme un café con un ingeniero genético sevillano que también quería matricularse) y conseguir un móvil alemán. Con el curso de alemán pendiente de pago, me dirijo a casa a por dinero. Pero no hay nadie, y no tengo llaves. Así que media vuelta y a seguir pateando.
A media tarde, completamente destrozado, me dirijo a la Biblioteca Municipal (por cierto, una de las restauraciones más elegantes y radicales que conozco) y paso una hora leyendo el periódico.
Necesito descansar...
Lo único que no falla nunca
Hace 11 años
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