martes, 9 de septiembre de 2008

Planes de batalla...

Desde fuera todo parece más sencillo.

Varias veces había fantaseado con irme. La vez que más cerca estuve, cuando hace un par de años me ofrecieron una beca para Rotterdam. Como en ningún caso cuajó, no tuve que afrontar todas los problemas que aparecen a la hora de emigrar.

El primero logicamente es el idioma. Aunque estudié alemán, hace mucho tiempo que no lo practico. Poco a poco, leyendo anuncios de habitaciones, voy recuperando los conocimientos.

La soledad, el hecho de no conocer ha nadie sería el segundo problema. Me preocupa menos, porque ya he sobrevivido a largas temporadas de soledad, durante la adolescencia. Pero no deja de angustiarme la posibilidad de pasar varios días en tierra extraña, sin conocer a nadie y sin nada que hacer aparte de buscar piso.

La búsqueda de piso es el gran problema. Los alemanes suelen ser muy estrictos con los procesos de selección (o al menos esa es la fama), y en la mayoría de habitaciones hay que llamar por telefono, lo cual con mi nivel de alemán puede ser complicado. En principio tenía una habitación en un piso con un brasileño, pero, a dos días del viaje, me entero de que no está amueblada. Así, que, o duermo en un saco 15 días, o me voy una semana a un albergue. En todo caso tendré que buscarme pronto un lugar más estable para instalarme.

En fin, todo dudas.

Sobreviviremos

(¿Sobreviviremos?)

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