Gracias a mi amiga colombiana consigo una cita en un piso en el sur. Aparentemente con una chica. Tras un par de llamadas para poder confirmar la dirección (una de ellas ¡a Grecia!), me dirijo al piso tras salir de la oficina.
Casa antigua, sin ascensor (algo habitual en el centro). Me reciben dos chicas y al entrar no puedo evitar reparar en una maqueta. Arquitectas, una de ellas se va seis meses a Berlín (ah, Berlín). La casa está algo desordenada (normal en medio de una mudanza) y cuenta con un elemento típicamente alemán: la ducha está en la cocina.
No sé, no sé.
Lo único que no falla nunca
Hace 11 años
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