Tenemos chico nuevo en el piso. Bueno, en realidad tenemos a dos, porque este viene con la novia incorporada. Y aquí los tenemos haciendo vida de pareja. Demasiada vida de pareja, diría yo...
El viernes pasado estaba con mi otro compañero de piso de tertulia en su cuarto. De repente, al otro lado del tábique percibimos lo que siendo objetivos podría definirse como una serie de chirridos seguida de unos gemidos femeninos entecortados. Después de mirarnos un tanto desconcertados, y tras ahogar una carcajada, nos batimos en retirada hacia el balcón; mi compañero a fumarse un cigarro y yo a pasar frío.
-Hay que ver. Esto parece el 68.
-Ya, pero olvidas que ni esto es una comuna, ni tenemos la posibilidad de tirarle piedras a la policía como actividad alternativa.
¿Y cómo acabo la noche de pasión? Pues mientras nos decidíamos a salir a tomar unas (cuantas) cervezas, el televisor sonaba alto detrá de su puerta. Ya no hay romaticismo... (ni siquiera en la tierra de los románticos).
Lo único que no falla nunca
Hace 11 años
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