miércoles, 26 de noviembre de 2008

Pioneras


Leo hoy en el períodico que el pasado lunes falleció Matilde Ucelay. Como a la mayoría de mis lectores, el nombre me era por completo desconocido. Pero resulta que Matilde Ucelay fue la primera arquitecto española. Se graduó en 1936, poco antes del inició de la Guerra que silenció su carrera. Ucelay, secretaria del Colegio de Arquitectos durante los años del conflicto, fue depurada tras la guerra, excluida de cualquier encargo para la Administración e inhabilitada durante cinco años. Aún así, consiguió sacar adelante una larga carrera profesional, recompensada con el Premio Nacional de Arquitectura en 2004. El merito es mayor si tenemos en cuenta las duras condiciones de la posguerra española, especialmente para las mujeres. Todavía en las películas de los 60 (las que suelen poner en Cine de Barrio) se ve como el papel de la mujer en la sociedad era completamente secundario, y encontrar profesionales fuera de determinados oficios era complicado. Nada conozco de su obra, que se limitó sobre todo a viviendas unifamiliares. Pero me ha dado por reflexionar sobre las otras pioneras de la profesión.


Hay una fotografía bastante famosa. La reproducen con bastante frecuencia en los libros de Taschen. En ella están todos los asistentes al primer CIAM, en el castillo de La Sarraz, en Suiza. Hay unas treinta personas: está Le Corbusier en medio de la foto, el pequeño García Mercadal sentado en primer término, Juan de ZAvala sin corbata en el fondo, Mart Stam, y sólo hay dos mujeres, ninguna de ellas arquitecto. Y hablamos de la que supuestamente era la vanguardia intelectual de la época. En la celebre foto que se hicieron los maestros de la Bauhaus en la azotea de la escuela en Dessau solo aparece una, Gunta Stolz, responsable del taller de tejidos.

Y pasa lo mismo en la URSS, donde puedo recordar grandes poetisas (Amjatova o la trágica Tsetaeva), pintoras (Popova, Stepanova), pero no arquitectas.

Y es que incluso en el periodo de las vanguardías, las mujeres ocupaban un lugar secundario en la profesión, siempre detrás del gran hombre. ¿Cuántos diseños le plagió Le Corbusier a Charlotte Perriand (y aquí cabe recordar que la primera vez que Perriand apareció en el estudio de Le Corbusier, este la señaló la puerta, indicando que Aquí no se bordan cojines)? ¿Cuántos Mies van der Rohe a Lily Reich? ¿Cuánto hay de Gerrit Rietveld y cuanto de Truus Schroeder-Schrader en la celebérrima casa Schroeder de Utrecht? ¿Cuál era el verdadero peso de Aino Aalto de en estudio de su socio y marido? Queda quizás la figura un tanto solitaria de Eileen Gray. Y me da que casi todos los nombres citados han acabado más relacionados con el diseño de mobiliario o el interiorismo.

En los 60 las cosas no parecen haber cambiado demasiado. Entre los jovenes turcos del TEAM X, llamados a descabezar el CIAM, solo hay una mujer, Allison Smithson, y ligado por supuesto a su marido Peter (aunque aquí por lo menos siempre hablamos de los Smithson).

Ahora es normal ver a Zaha Hadid construyendo con asiduidad (aunque no sé si esto es bueno o malo...), o encontrarnos en los periódicos a gente como Dolores Alonso, Carme Pinós, Sara Morales, Izaskun Chinchilla (ejem). y aunque todavía la proporción entre el profesorado parece remitir a tiempos pasados, entre el alumnado la proporción va 50-50 y subiendo.

Vayan estas líneas como homenaje a estas pioneras y todas aquellas compañeras y amigas que intentan abrirse camino en la profesión (y que a veces tienen que soportar gilipolleces como esta)

2 comentarios:

NX dijo...

Muchas gracias, Pablo! Una entrada muy bonita.

Tana dijo...

me ha gustado, pero ya sabes que soy puntillosa... solo falta que apliques el género a la palabra arquitecto.