jueves, 13 de noviembre de 2008

That´s Enterntainment

Cuando mi jefe decidió, al día siguiente de las elecciones, poner en uno de los paneles que tenía que presentar al Ayuntamiento Yes, We Can, debió pensar que con invocar a Obama sería suficiente. Y se equivocó. Así que llevamos toda la semana buscando concursos, lo que sea para seguir a flote (total, estamos en un país oficialmente en recesión).

Y para rematar las cosas, hoy han venido los de la tele al estudio. Mi jefe fue campeón de Europa de skate (todavía tiene un par de tablas por la oficina), y estamos construyendo un skatepark cerca del cementerio. Y querían hacerle una entrevista al respecto.

Hacer una entrevista en una oficina acaba generando una situación bastante extraña. Todo el mundo sin moverse de su sitio, sin hacer ningún ruido para no molestar. Hasta que sonó un móvil. Que resultó ser el i-Phone de mi jefe. Se me ocurren pocas situaciones más inoportunas para que suene un móvil. En realidad se me ocurre alguna bastante más inoportuna (y sí, contesté). Lo curioso es que fue como si se rompiera el encantamiento. Todo el mundo se levantó para consultar algo en la otra punta de la oficina. Cuando se reanudó la entrevista, sonó otro móvil, en este caso el de un compañero que se sentaba al lado de donde estaban filmando a mi jefe. Y aunque intentó desentenderse y salir un momento a fumar, finalmente entró en cuadro para contestar. Y a la vez empezó a sonar el teléfono de la oficina. Con la secretaria fuera.

Definitivamente el montador lo va a flipar.

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